La instalación de placas solares es una decisión que cada vez más personas en España…
La energía solar se ha convertido en una de las fuentes más sostenibles y rentables para el autoconsumo, permitiendo a los propietarios de viviendas y empresas producir su propia electricidad a partir del sol. Sin embargo, una duda común surge cuando los paneles fotovoltaicos generan más energía de la necesaria para cubrir las necesidades diarias.
¿Qué ocurre con ese exceso de energía?
Analizaremos a continuación los escenarios que se presentan y cómo sacar el máximo provecho de una producción que supera el consumo habitual.
El autoconsumo y el excedente energético
Cuando la instalación solar produce más energía de la que se consume, se genera un excedente energético que puede ser gestionado de diversas maneras según las regulaciones y las opciones de cada usuario. Este excedente ocurre principalmente en los días soleados o en estaciones donde la radiación es mayor, como la primavera y el verano. En estos casos, el sistema fotovoltaico produce energía incluso en los momentos de menor demanda, como las horas en que no hay ocupantes en el hogar. Aquí se plantean tres opciones principales para gestionar el excedente: inyección a la red, almacenamiento en baterías o el uso de soluciones de almacenamiento para maximizar la eficiencia de la producción.
Inyección de excedentes a la red eléctrica
La normativa en España permite a los usuarios que cuentan con sistemas de autoconsumo inyectar el excedente de energía en la red eléctrica y recibir una compensación económica.
Esta modalidad de autoconsumo con excedentes se conoce como «autoconsumo con compensación simplificada». Bajo este sistema, la electricidad que no se consume en el momento de su generación es enviada a la red pública, permitiendo al usuario recibir una compensación en su factura de electricidad, aunque esta compensación está limitada al valor económico de la energía consumida.
La compensación económica depende de la tarifa y del contrato establecido con la comercializadora de electricidad, lo cual varía según la región y las características del mercado. En general, esta opción representa una manera atractiva de recuperar parte de la inversión en paneles solares al reducir los costes mensuales de electricidad. Sin embargo, es importante destacar que esta compensación no es equivalente a una venta de electricidad, sino a una reducción de la factura, permitiendo un ahorro más que una ganancia.
Almacenamiento en baterías
Para aquellos que desean maximizar el autoconsumo sin depender de la red eléctrica, las baterías de almacenamiento representan una solución eficiente. Las baterías permiten almacenar el excedente de energía generado durante el día para utilizarlo en momentos de baja o nula producción, como la noche o en días nublados. Este sistema no solo garantiza un suministro energético constante, sino que también aumenta la independencia del usuario frente a las fluctuaciones de la red.
Al elegir un sistema de almacenamiento, es fundamental considerar la capacidad de la batería en relación con la producción esperada y el consumo de la vivienda. Cuanto mayor sea la capacidad, más energía podrá almacenarse para el autoconsumo en los períodos de menor generación. Las baterías de litio se han posicionado como una de las opciones más populares debido a su eficiencia y durabilidad, aunque la inversión inicial puede ser significativa. A pesar de este coste, el almacenamiento en baterías se amortiza a largo plazo, ya que reduce la dependencia de la red y maximiza el aprovechamiento de la producción solar.
Optimización del uso energético
Otro enfoque clave para aprovechar al máximo el excedente energético es adaptar el consumo a los picos de producción. Esto implica sincronizar las actividades de mayor consumo, como el uso de electrodomésticos, durante las horas en las que los paneles solares están generando más energía.
La automatización de dispositivos o la programación de equipos para que operen en horarios específicos facilita esta optimización y contribuye a minimizar el desperdicio de energía.
Para aquellos con sistemas más avanzados, el uso de sistemas de gestión energética permite monitorear en tiempo real la producción y el consumo, ajustando automáticamente el uso de los electrodomésticos para maximizar la eficiencia. Esta adaptación es particularmente útil para usuarios que no cuentan con baterías de almacenamiento, ya que permite aprovechar el máximo de la energía generada sin necesidad de almacenarla o inyectarla en la red.
Beneficios de gestionar el excedente energético
Maximizar el uso del excedente energético conlleva múltiples beneficios, tanto económicos como ambientales. Al reducir la cantidad de energía que se toma de la red, se disminuyen los costos y se promueve un modelo de consumo más sostenible. Además, al almacenar o utilizar la energía generada de manera eficiente, se disminuye la demanda en los picos de consumo, contribuyendo a la estabilidad de la red eléctrica y reduciendo la huella de carbono.
Otra ventaja importante es el aumento en la vida útil del sistema solar. Al adaptar el consumo a la generación y optimizar el uso de baterías, se reduce el estrés en el sistema, prolongando su durabilidad y su eficiencia a lo largo del tiempo. Con una gestión adecuada del excedente, el usuario no solo obtiene un retorno económico, sino que también contribuye al impulso de las energías renovables en el país, promoviendo una mayor integración de fuentes limpias en la red eléctrica.
Impacto económico del excedente
El impacto económico de un sistema de autoconsumo fotovoltaico se evidencia en el ahorro mensual en la factura eléctrica y en la recuperación de la inversión inicial. La posibilidad de inyectar energía excedente en la red y recibir una compensación, aunque limitada, permite amortizar la inversión en menor tiempo. Por otro lado, aquellos usuarios que optan por el almacenamiento en baterías experimentan una reducción significativa en los costos a largo plazo, al depender menos de la red y beneficiarse de tarifas más bajas en horarios de menor consumo.
Con la inclusión de sistemas de control y almacenamiento, es posible reducir la amortización de un sistema fotovoltaico a un promedio de cinco a siete años, dependiendo de factores como la cantidad de sol en la región, el tamaño de la instalación y las tarifas de electricidad. Este ahorro se hace aún más evidente en contextos de subida en el precio de la electricidad, donde la energía autogenerada representa un alivio frente a las fluctuaciones del mercado energético.
¿Es rentable producir más energía de la que se consume?
La producción de energía solar que supera el consumo se ha convertido en una estrategia rentable tanto para hogares como para empresas que buscan reducir costos y contribuir a la sostenibilidad ambiental. Si bien los beneficios económicos son claros, la rentabilidad de un sistema que produce más energía de la que se consume también depende de una planificación adecuada, del uso de tecnologías de almacenamiento y de la optimización del consumo.
Para garantizar una rentabilidad máxima, es recomendable evaluar cada uno de estos aspectos de manera integral, considerando no solo el retorno de la inversión inicial sino también los beneficios a largo plazo en términos de ahorro y sostenibilidad.